El regreso a Macondo

Esta semana ha tenido de todo un poco, desde la clásica diversión insana del Clan, hasta momentos tan intensos que sorprenden.

Todo comenzó el lunes, que, no sin mucho trabajo, me levanté para (igual que los amigos de la justicia)encarar el reto a la luz del día. Como le dije a Richie que incluiría detalles escolares, diré que mi clase de evolución fue puro repaso, pues el miércoles tendríamos examen; por otro lado, para la clase de Margareta, logré un tiempo récord de concentración de más o menos hora y media. Salí de clases y el clan huyó por comida. Ilse y yo fuimos a Wal-mart en busca de la legendaria botellita mini de absolut (que Ilse quería para llenar de agua del Mar Muerto), pero dicha misión falló. De ahí al buen closet...

Y claro, llegó el feliz martes. Como habíamos quedado desde antes de las vacaciones, ese día volveríamos a la feliz comida corrida del Cubano, así que después de todas las clases (donde la más grande lección que recibí fue que en algún momento olvidé todo lo referente a aritmética) nos encaminamos a dicho páramo misterioso a recibir una rica comida y reírnos, aunque eso implicara un poco que Pepe botara pedacitos de la pleura en todos lados. De ahí a nuestros respectivos closets/madrigueras.

Aunque pudiera parecer que la mitad de la semana no es propiamente el momento más esperado, para mí fue un día lleno de misticidad y magia misteriosa. Sí, cumplí 4 meses con el Jitomate más mágico de este plano de la existencia. En cuanto tuve la oportunidad de verlo, le dí su feliz regalo y el me regaló a mí algo que yo no esperaba: ¡una bolsita llena de dinosaurios de poder! Después de eso, me quedé con Ilse, Huicho y Beto, para apreiar como Turing y Julián (aka Amigui) le enseñaban a jugar ese juego de satán (magic) a Ilse. Muy para mi sorpresa, resultó que Turing sabe bastante de dinosaurios y es fan de Jurassic Park (¡tiene tantos accesorios envidiables!), y supongo que me vio tan ilusinada que hasta me dijo que Magic tiene gente dinosaurio (aunque la verdad eso no bastó para convencerme). De paso me enteré que Huicho sabía jugar Magic, y así nos quedamos Beto y yo viendo el transcurrir del juego hasta que Margareta entró al salón.
Beto pretendía que fuéramos a Taxco, pero como eso era muy desquiciado hasta para mí, el evento se redujo a divertirnos en la madriguera... pero claro, en Macondo there's always a catch. Primero, tras enterarnos de que había maldad pululando el territorio de clase de compu, decidimos que estudiaríamos y haríamos nuestros deberes, pues esa clase estaba un tanto descuidada... así que pensamos que lo mejor era ir a la mega por comida y alcohol, hacer tarea y luego pachanguear.
Fuimos a la Mega, hicimos todo tipo de bobadas, y a la salida... que detienen a Huicho los matrixianos agentes de la Mega (algo así como si Agent Smith hubiera entrado en depre después de que Neo le ganó, y echase su estilo y carácter a la basura). ¿Porqué lo detuvieron? Resulta ser que había cometido el gran delito de robar unos palillos chinos. Nada... a mí se me hace que el ver a Huicho en falda despertó los bajos deseos carnales de ese frustrado artrópodo humanoide esclavo de la Mega, but then again that's just me. Tras grandes cantidades de drama y tiempo, dejaron ir a Huicho, sin que quedara comprometido su honor. Llegamos a la madriguera y por razones misteriosas al poco rato se había armado una borrachera de la cual los únicos que no fuimos partícipes fuimos Pepe y yo... él por su tuberculosis, yo porque tenía la intención de hacer mis deberes por una vez en la vida... y logré decentemente bien ese objetivo, mientras veía como mi madre, hermano y tíos perdían en mayor o menor grado su sobriedad. En algún momento ya de madrugada, pateé en air hockey a Pepe, mientras Beto dormía ese sueño pesado de un ebrio, tío dan volvía el estómago e Ilse enfrentaba el conflicto "vomitar o no vomitar, he ahí el dilema".

Al final, todo salió bien, excepto la parte de levantarse temprano, pues todos estábamos muertos y solamente Beto y tío Dan tuvieron la capacidad de llegar a la clase de estadística. Para la siguiente clase sí estuvimos los miembros faltantes del clan, y hacia el fin de la clase Daniela tuvo la cortesía de invitarnos a Ilse y a mí a la noche de chicas que se realizaría. Porque Amon-Ra así lo quiso, al final no hubo noche de chicas, y en medio de desorganización absoluta, Beto, Ilse, Pepe y yo fuimos a casa de Willy a fiestear -no habíamos asistido a ninguna fiesta desde el semestre pasado- y hubo un poco de todo en dicho evento:

1. Más frustración eterna de baile
2. concierto de Berelanova (shame on my very dear manager!]
3. besos lésbicos y grupales (no se asusten, no participé en ninguna de dichas actividades)
4. Charlas amenas con Akram
5. El glimpse of destiny que me dijo que tengo que golpear a Fanny

...
Y de ahí Ilse y yo nos fuimos a mi casa a dormir.

Contra toda probabilidad, llegamos a muy buena hora a clase de Soberón, y, aunque fue particularmente aburrido todo el tema que dio (purificación de proteínas and such), conocimos a una agrdable chica wannabe genomiquita. Saliendo de la clase pasé un ratito con el sr. walrus y tras echarle un ojito a Shiro huí de nuevo a la madriguera. Ayudé a Ilse a sacar palomas de su baño, dormí, comimos, vimos Requiem y por designio del siempre sabio Monesvol ese dia se convirtió en yet another punto de inflección en la vida de Bere. Esa noche, los mosquitos me atacaron y ahora estoy llena de tumores.

El sábado fuimos al 3 veces maldito examen bobo de inglés del mal, a nuestros closets, y a la ciudad. Corrimos a esa mágica tierra conocida como el Chopo, y Beto, Ilse y yo nos hicimos geek trenzas clánicas. De no ser por ellos nunca me hubiera hecho una hahahha...
luegoa bobear un poco en burgueslandia con Betoso y a la casa. Fue increíblemente raro no haber pasado un sábado familiar.

Hoy fue un día tranqilo y lo único que extraño es mi cama. Lo único que me falta es comer algo de KFC (porque soñé que comía algo de ahí y ahora tengo un gran antojo de ello) y ver a los amigos (a todos, de todos lados).

Un poco de todo.