Queridos lectores: Bienvenidos a La Parcela (Revolutions). La programación que se ofrece en este Blog es para que la lean bajo su propio riesgo. ¡Disfrutad!

lunes, 7 de julio de 2008

There and Back Again. A Vacation Story

Notas aclaratorias pre historia:
Mi mamá no se llama Bere. La llamo señora Bere para crearle un nombre. Mi papá es el sr. Bere... sí, ellos son personajes secundarios en ersta gran historia.


En una habitación de azotea, vivía una Berenjena (NO hobbot, Richie, solo Berenjena). Esta es la historia de Bere Berenjena.

Bere era, como toda berenjena, una criatura tranquila, que vacacionaba de su labor en Genomindel. Aficionada a la dispersión, amante de los conejitos, el alimento, y la buena música.

Por cisrunstancias misteriosas, Bere se topó con el mago de las vacaciones, quien le dijo Bere, sal de DFton.
Bere no quería, apegándose a la tranquilidad de la vida con su alegre mascota; empero, el mago arregló todo de tal manera que Bere no tuvo alternativa. Shiro, el conejo de Bere, pasaría 10 días en la aldea de TïaAdriannälor, al Sur de DFton, al cuidado de Ïlsee, y su pequeña prima Carolin.

Era la noche del 19 de julio, y Bere no lograba conciliar el sueño, pensando en las aventuras que podrían no ocurrir, hasta que se durmió.

6:30 am. Horror. Una aventura que comienza tan temprano no puede ser saludable... pero eso no desanimó a Bere, quien medio dormida, terminó su maleta y bajó a encontrar a la familia, que estaba haciendo lo mismo. Debido a que había que viajar a Cuernaland antes de llegar al remoto destino que les esperaba, los viajeros no desayunaron. Se cargó el equipaje, y entonces los señores Bere pidieron a esta misma que moviera su carreta. Empero, había un problema. ¿Dónde estaban las llaves de la carreta? Bere las había visto la noche anterior. Las había mantenido a la vista, para que no pasara precisamente lo que estaba sucediendo. No era posible... algún duende debió ser... Bere puso patas arriba su habitación, dio vueltas por la casa... y nada. La señora Bere, con el nerviosismo que la caracterizaba, hablaba sobre cómo seguro jamás serían encontradas, sobre la gran pérdida que eso era, mientras que el señor Bere se enfadaba crecientemente. Bere se escondió, huyendo de la ira parental, y cuando salió de su escondite, los señores ya habían movido la carreta con el repuesto.

Eran las 8:20 am, y la familia emprendía apenas el viaje a Cuernaland en la Carreta de la señora Bere. Bere, desde hacía más o menos un año, viajaba constantemente de Cuernaland a DFton, debido a que Cuernaland era un sitio frecuentado por entidades mágicas, del tipo que la familia Bere (exceptuando a Adindel, su hermana) no comprende, un sitio teñido de aventura y peligros desconocidos.

Debido a que las habilidades de carreta del Sr. Bere son increíbles, en menos de una hora la familia se encontraba en la entrada del
feliz pueblito donde Bere había vivido tantas aventuras secretas; empero, la carreta siguió hacia el puerto internacional de Cuernaland, donde la señora Bere y Adindel esperarían junto con el equipaje, mientras Bere y el Sr. Bere dejaban la carreta en Tlaltree, un tranquilo páramo donde estaba hostería de "el chihuahua pisador", donde Bere se queda a menudo durante sus viajes a Cuernaland. El viaje hacia Tlaltree parecía tranquilo, hasta que los Bere encontraron un serio embotellamiento. Pasaban los minutos, y la carreta no se movia... y crecía la tensión. Afortunadamente, los habitandas de DFton son famosos por sus habilidades en carreta, y el señor Bere consiguió entrar a Cuernaland, donde pronto llegaron a Tlaltree. Corrieron en busca de un arriero que los ayudaba, y a cambio de $200, padre e hija fueron llevados al puerto, justo a tiempo para la revisión de la maleta. Para ese entonces, Bere estaba ya muerta de hambre, y no tardó en comer una torta de milanesa, medio sandwich y jugo de naranja para calmar a su pobre estómago.

Al poco tiempo, Bere ya estaba de viaje. Como era su cortumbre, vio con atencion como cambiaba el paisaje, los lagos convirtiéndose en pixeles azules, las carretas en puntitos brillantes, las tierras de cultivo en una colcha de retazos verdes. Después de ver montañas y nubes, sacó a su fiel mascota, Easter Platypus, y escuchó música hasta que quedó dormida. Una hora y media después, aproximadamente, despertó con la turbulencia leve y los comentarios sobre la llegada a las lejanas tierras de Monterreydrim.

El calor abrasador del dichas tierras inmediatamente llegó a los viajeros, quienes con anteojos oscuros buscaron la sombra, esperando el equipaje. Con las maletas en mano, la familia fue en busca del padrino y madrina de Bere, quienes llegaron al poco tiempo. Como no cabían todos en la carreta Padrinil, los señores Bere fueron en taxi hacia el hotel donde se hospedarían. En el hotel nos enteramos de que aparentemente el plan ahora no era ir inmediatamente a Laredolin,
lo cual fue una buena noticia, pues Bere tenía sus planes Monterreydrímicos. Andrëa, la prima de Adindel y Bere alcanzaría a la familia allí mismo, así que todos tomaron una bien recibida cerveza en lo que llegaba la joven Montoya. Una vez que llegó, fuimos todos a comer una razonable cantidad de carne (razonable para las Berenjenas, claro está).

Por decisión popular, las primas nos quedamos en casa de Andrëa, y los matrimonios se quedarían en el hotel. Tras dejar las maletas en el hogar de Andrëa y descansar un poco del agotador calor que nos acosaba, comenzó la emocionante salida de la noche.


Un amigo de Andrëa iba a salir del país, y a manera de despedida Andrëa y muchas de sus amistades decidieron despedirlo. Empero, eso no era lo que más me emocionaba de la situación; lo que Bere quería era encontrarse con alguien a quien no había visto en años: Primo Gasty. Tras pedirle ropa apropiada para fiestear a su prima, Adindel y Bere fueron a una suerte de restaurante bar de corte asiático. Entre canciones de antaño, todos disfrutaron de una feliz velada en buena compañía:

La noche corrió mientras todo el munco reía entretenido, y conforme todos comenzaron a tomar el camino a casa, por decisión general se continuaría una pequeña reunión en el hogar de Andrëa. Manuel, Primo Gasty, Andrëa y las pequeñas regresaron y todos charlaron por un tiempo. La noche lentamente abría paso al amanecer, y a eso de las 4 de la mañana Bere había caído presa del cansancio causado por tantas emociones.

A la mañana siguiente, una nueva aventura había surgido para Bere. A pesar de que parecía haber desarrollado una gripilla, esto no la desanimó, y junto con su agradable comunidad comenzó la organización para ir hacia los remotos y misteriosos páramos de la Cola de Caballo. Gracias a la guía de Manuel, un experto explorador de
Monterreydrim, la comitiva de primas, tras tomar un saludable desayuno, emprendió su camino a la aventura. Llegamos a un bonito y minúsculo parquecito ecológico, y debido al escaso presupuesto, la compañía decidió caminar por el alegre bosque. Los riachuelos sonaban en medio de la tranquilidad, el paisaje era límpido, y las carretas llevaban a la gente con pocos ánimos de ejercitar hacia el principal atractivo del parque, que solo Manuel conocía. En el camino, Bere aprendió que siempre hay cabida al estilo, cotrastando con la simpleza del ambiente que los rodeaba: un muchacho de unos 15 años conducía una carreta vacía con el orgullo con el que se vería a un gran señor, la expresión que debió tener Don Juan, y el ritmo de sus corceles para ayudarle. Esta furuta leyenda fascinó a todos los presentes, quienes decidieron dedicarle la melodía denominada "Yeah" de Usher.

Entre risas, llegaron todos al final de su recorrido, teniendo ante sí una pequeña y hermosa cascada, cuyas aguas caían en un remanso de tranquilidad, abundante en bellas cianobacterias que proporcionaban un color muy especial al agua. Ahí mismo, el destino le p
reparó una sorpresa a Andrëa, pues se encontró con su antigua maestra de basketball, una amable señora proveniente de las lejanísimas tierras de Mérindell.


Parecería que no había lugar para más emoción en el pequeño bosque que habían explorado nuestros osados personajes, pero se equivocan. Andrëa, en una explosión de audacia, decidió que era buen momento para tachar el veintiúnico elemento de su Bucket List, y quiso realizar un antiguo y popular ritual, con la seguridad que solo el mundo moderno provee, claro está: ella iba a saltar en Bungee.

Todos se dirigieron entonces hacia el mirador, donde se encontraba el vacío más bonito como para brincar, y, con Bere, Adindel y Manuel de testigos, esta joven se embarcó en un corto pero emocionante viaje.


Empero, ella no era la única valiente en estas tierras. Mucha gente iba a brincar antes que ella, así que todos esperamos con ansias, y observamos atentamente a todo aquel que se lanzaba a la inmensidad... y vaya que fue todo un espectáculo: gordos gritones, muchachos rebeldes, ejecutivos que parecían salidos de las oscuras mazmorras del Tec de Monterreydrim... no faltó entretenimiento para nuestras heroínas. Entonces, llegó el momento de la verdad. Andrëa fue valiente y logró lanzarse sin gritas muchas profanidades, aunque no logró reprimir una expresión que no sólo pareced salida de South Park, sino que sería inmortalizada más tarde.

Con hambre, la comitiva caminó hacia la salida del bello sitio donde había transcurrido la mañana, y con la feliz despedida de un par de alegres mariposas reproduciéndose, los alegres muchachos salieron hacia una hamburguesería local, llamada "Frank & Stein's". Este sitio era reconocido por la colección de antigüedades relacionadas con la era del Rock que atesoraba, desde placas de Betty Boop hasta pósters antiquísimos de Coca-Cola. Además, el restaurante estaba considerado como un espacio de expresión, pues cualquier objeto que no fuera parte de la colección podía ser rayado por los clientes a discresión, de manera tal que bancas, baños y paredes estaban autografiadas por héroes desconocidos, futuras leyendas y aventureros modernos. Bere y los demás no perdieron oportunidad, y dejaron también un pequeño rastro de su estadía en dicho sitio. Allí se inmortalizaron las sucias palabras de Andrëa, en una joha de papel junto a Betty Boop.

Empero, quizás lo más sorprendente del lugar era un platillo que sirven. Señores lectores, por favor no se ofendan con el nombre de este exquisito manjar rico en carbohidratos... ese día, bere conoció y comió putines... y le gustaron.

Con el estómago satisfecho, y llenos de alegría, todos fueron hacia casa de Andrëa. Una vez ahí, se hizo una invitación para que el clan andréico fuera a ver uno de tantos partidos de football que había... y mientras sucedió el partido, la actividad de Bere se limitó a tomar una cerveza y dormir. Cabe mencionar que una amiga de Andrëa había llevado una botella de Boone's de sangría.
Cuando despertaron a Bere, era momento de salir a algún lado, así que todos salieron en busca de tacos. Entre risas y taquitos pasaron unas cuantas horas, hasta que llegó el momento de regresar al sitio que se convertiría en un rincón bohemio.

Sólo regresaron a la casa las chicas y Manuel a la casa, y todos se sentaron en el suelo para jugar un eterno clásico: continental.
Cabe mencionar que Andrëa es una reconocida experta en este juego, pero a nadie pareció importarle. Jugaron hasta la madrugada,mientras tomaban sorbos del Boone's directo de la botella o cerveza... hasta que el alcohol comenzó a escasear. Como en Monterreydrim el alcohol se vende hasta las 2:00 am, nuestra comitiva debía apresurarse.

Lo más cercano era un establecimiento pequeño, del tipo que se encuentra junto a los repartidores de combustible. Todos entraron y comenzaron a discutir sobre qué sería llevado a la casa. Mientras conversaban alegremente, el individuo que cuidaba del lugar, de aspecto sombrío, observaba atentamente. Una vez que llegaron a la caja con un par de botellas y botana, este antihéroe desconocido, con una maliciosa mueca, remedo de sonrisa, dijo que no podía vendernos alcohol, pues eran las 2:05. Las súplicas de nada sirvieron, y dieron paso al enfado juvenil que comenzaba a embargar a los bohemios temporales. El enfado parecía complacer más al pequeño orco que les había robado parte de la alegría nocturna. Bere, en ese momento, pensaba en escenas encontrables en Squee! de Jhonen Vasquez (particularmente la escena en la cual Jhonen se percada de que quien lo atiende en un pequeño establecimiento es Satán). Mientras, Andrëa gritaba FREAK, y todos volvían a la carreta de Andrëa, en busca de otro sitio donde pudieran burlar al destino.

En cuanto entraron a este establecimiento, y con poca ilusión (eran 2:10 aproximadamente), tomaron lo que necesitaban, y recibieron una segunda negativa. Empero, se necesitaba más que eso para desanimar a los chicos. Había en casa un ron de muy dudosa calidad, abandonado por el conocido héroe Berlyond. Entonces, los chicos optaron por comprar Gatorade y botana. En tono de broma, pero con un aire premonitorio, Adindel hizo un comentario sobre cómo el Gatorade estaba prohibido a partir de las 2:15. En la caja, Andrëa entregó su tarjeta, esperando poder regresar al rinconcito bohemio recipen creado... y entonces, la criatura que atendía el lugar dijo las ominosas palabras "no hay sistema". Era increíble. Un desastre de proporciones épicas. No había tesoro para estos intrépidos jóvenes. Con las manos vacías, resgresaron a continuar el juego que habían abandonado, con rumbo a una empresa inútil. Jugaron todos y perdieron contra Andrëa, y luego fueron a dormir.


AL siguiente día, según habían estipulado los señores, sería el viaje a Laredolin. El equipaje fue acomodado, y a la mañana siguiente, las chicas emprendieron el camino hacia casa de Toño, el medio-primo. Ahí, toda la familia reunida, desayunó tacos de guisados. Parecía ser que el viaje se realizaría después de la comida, por lo que la mañana pasó sin más emoción que la de estar en compañía de los mayores. Hubo otro partido de football, que Bere no tuvo interés en ver, por lo que acompañó a los señores en busca de víveres. Esa tarde todos comerían paella.

La comida fue deliciosa y abundante. Y, para sorpresa de todos, los mayores parecían no tener intención de abandonar el lugar por el resto del día. Aprovechando esta situación, las primas decidieron salir. La primera parada fue en busca de Yukis, raspados de las tierras boreales donde se encontraban nuestras heroínas. Con la ayuda de Andrëa, Adindel y Bere conocieron la ancestral "técnica Hongo" para consumir estos exóticos manjares. El ritual para comer Yukis involucra Hornos de microondas, chamoy, limón y chile en polvo, y Bere concluyó que los de corazón débil no deben intentar llevar a cabo este importante rito.

Con el delicioso Yuki en las manos, ellas se dirigieron al centro, donde encontrarían a Manuel. Con el museo de historia de Monterreydrim a sus espaldas, las chicas esperaron, y pasearon por el folklórico paisaje, mientras la tarde avanzaba. Conocieron un lago artificial, fuentes, pequeños establecimientos, y desde afuera, varios centros de entretenimiento. Empero, lo que más sorprendió a Bere fue una imagen que parecía salido de cuentos como "El topo"... una cruz de neón que decoraba una iglesia.

Esa misma noche, Andrëa tuvo una idea: las pequeñas viajeras debían conocer y consumir una Pizza Iguana. El Iguana es un sitio muy conocido entre la juventud alternativa de Monterreydrim, pero por la edad de Adindel, era imposible conocer a fondo el lugar. Empero, tuvimos la grata oportunidad de conocer la cocina de dicho sitio. Con un par de pizzas en nuestras manos, y una foto glamorosa de las tres en "la resbalosa" (el cariñoso nombre con el que Bere se refirió a la carreta de Andrëa), los muchachos reanudaron la partida de Continental.

Está de más decir que todos perdieron una vez más, y, desveladas, las chicas se despidieron de Manuel, desde ahora conocido como "el amable" Manuel. Al día siguiente sí partirían Adindel y Bere hacia Laredolin.

Temprano al día siguiente, las chicas se despidieron de Andrëa. Ambas irían en la carreta del señor Montoya hacia el puente de Colombia, mientras que los señores Bere tomarían un autobús hacia Nuevo Laredolin, para ser llevados por la señora Montoya hacia la casa que hacía años no visitában.

Para las chicas el viaje fue relativamente corto, y Bere ocupó el tiempo de viaje en soñar despierta y admirar el paisaje desértico, charlando ocasionalmente con sus padrinos. Adindel durmió durante la mayor parte del recorrido.

Ya en la casa, las chicas esperaron a que los señores Bere llamaran. Esa espera fue larga, i en dicho intervalo, las chicas descansaron un rato, y vieron el film Malice, thriller protagonizado por la socia
Nicole Kidman. Al poco tiempo, los señores Bere habían llegado, y con ellos la comida. Tacos de guisado levemente Tex-Mex, que todos comieron con mucho gusto. Después de comer, la madrina de las chicas y la familoa Bere se fue a dar inicio a un frenezí de compras.

Debido a que este relato podría no tener final, y las compras suelen ser aburridas para contar, relataremos brevemente algunos de los eventos más interesantes que ocurrieron:

Bere bebió grandes cantidades del brebaje más sagrado, que es Cherry Coke; compró grandes cantidades de dulces, paseó por los confines de Wal-Mart, Target, K-Mart, Bed, Bath & Beyond, Marshall's, Best Buy, el Mall del Norte y el centro de Laredolin.

En dichos páramos, fértiles prados de consumismo, Bere tuvo la alegría de tachar todos los elementos contenidos en la lista que había diseñado, incluyendo el raro artículo mágico llamado Napoleon Dynamite; un vestido, artículo indispensable para una misión futura; accesorios para Easter Platypus, compañero cuasi inseparable de Bere... y Toshi, quien en este instante está ayudando a escribir este cuento.

Bere usó la computadora un total de 2 veces en Laredolin. Una fue para hablar de la inmensa alegría, conocida como Happy Happy, que le produce convivir con un alegre Jitomate.

El día que Bere fue al centro merece una mención especial. Esa mañana el desayuno fue de Taco Palenque, un establecimiento de (más) sabrosos tacos. De ahí todos hicieron el recorrido hacia una zona de Laredolin donde es particularmente visible la influencia mexicana. En Laredolin es extremadamente sencillo encontrar quien hable español, pero en el centro muchos establecimientos son pequeñas embajadas mexicanas. De entre estos pedacitos de México, el que más llamó la atención de Bere fue el siguiente:

Llena de sorpresa, Bere recorrió con su familia este pintoresco pedacito de Laredo. Aprovechando la cercanía a la frontera, los Bere tuvieron la oportunidad de pasar la tarde con la fracción de la familia que vive en Nuevo Laredo. Esa tarde, Bere y Adindel estuvieron con sus jóvenes primos. Esa misma tarde, el destino llevó a Bere a romper con una promesa que había hecho antes de emprender sus aventuras vacacionales, y comió Ramen.

Otro incidente digno de mención fue el día que Boni escapó. Bonifacia es la cocker spaniel de la familia Montoya. A pesar de su edad, Boni posee muchísima personalidad. Un día que decidimos salir a comer, Boni salió por lo que parecía un poco de sol y aire fresco. Distraídas, todas las personas que estábamos afuera dimos por sentado que Boni había vielto a la frescura del interior de la casa... hasta que, tras haber recorrido unos 5 minutos en auto, la señora Bere dijo con sorpresa "¿No es esa la Boni?". Pues sí, ahí estaba, deambulando bajo el sol. Había escapado como el más profesional de los magos. Molesta y preocupada, la madrina de Bere, entonces, dijo una expresión que quedará inmortalizada para la familia Bere: "¡¡TRISTE BONIFACIA!!" Una vez que atraparon a la prófuga, todos se rieron.

Los días, como todos los días felices, pasaron rápido, bajo el calor abrasador de Laredo.

El sábado se ocupó en ir a Nuevo Laredo -no sin antes desayunar en IHOP mórbidas cantidades de hot cakes, y una excepcional malteada de chocolate- y visitar a la familia una vez más. Aparte de pasar la tarde con los primos, algo particularmente interesante del recorrido fue que por primera vez Bere cruzó la frontera a pie. Una de las muchas cosas que Bere no había contado hasta entonces fue que ella siempre había tenido el anhelo de pisar lo que sería el equivalente de las líneas dibujadas en el mapa. En su imaginación, sería fantástico que dichas líneas existieran en realidad, como para que una minúscula fracción de su cuerpo perteneciera al reino de la incertidumbre. Dicho deseo se cumplió, aunque ciertamente esa fracción de su cuerpo fue ínfima, ya que la línea imaginaria es el más que escaso espacio entre dos placas metálicas.

Finalmente, el domingo todos regresaron a Monterreydrim. Esa tarde fue muy tranquila, y mientras los adultos salían de paseo, las chicas fueron por más pizza local y por Juno. Los adultos no disfrutaron la película, pero Bere y Adindel se llevaron un buen sabor de boca. A Bere en particular le gustaron la canción del final, la nueva visión de las Tic-Tacs y el inmortalizado "nice legs". Una vez que vió la película, Bere se arrepintió de no haber comprado un inocente pin que decía justo esa frase en Hot Topic, cuyo significado ella había ignorado hasta ese momento.

El regreso fue tranquilo, lleno de visitas familiares, y al siguiente día, Bere fue por el pequeño Shiro, a quien extrañó en proporciones épicas, y le dijo "ya llegué".


Sí, ya sé que me tardé años. Pero créanme, estaba muy dispersa y tuve que editarlo porque el capítulos del shopping spree era terrible.

Las canciones apropiadas son:

avión: The green hornet-Al Hirt
en Monterrey: (nomás por la linea del sol mexicano) You love me-Devotchka
restaurante-bar: Mezlca de Timbiriche, Banda, y canciones viejas varias.
cola de caballo: yeah - Usher
momento bohemio: yo soy dueño del barón -Inti Illimani
odio de supermercado: Flight to the ford- LOTR soundtrack (porque los cantos gregorianos son para momentos dramáticos como ese)
paseo por Monterrey: Saturday in the park -Chicago
paseos varios laredenses: I get around-Beach Boys/Clueless theme song (porque me hace pensar en las chicas amantes de las compras hahahah)

5 comentarios:

Pepe dijo...

JAJAJAJAJAJAJAJA XD la socia XD JAJAJAJAJAJAJAJA

Andrea Montoya M. dijo...

Ciertamente omitiste detalles importantes y frases celebres:
'es que sentia que nunca caia' x 5826
'OHHHH'
'1..2..3.. Bungee.... WOW'
pero la mejor de todas

LA GRAN PUTA! jajaja, en mi facebook tengo la foto de la servilleta.

ahh y 2 cosas> para darle mas ironia al asunto del alcohol, yo bromee y dije 'solo falta ke me digan ke no puedo pagar con tarjeta' y le grite FRICK! no freak jaja

te kiero prima =*

Andrea Montoya M. dijo...

WTF? ya habia dejado mi blog y no guardo.. grr ke flojera volver a redactar todo bonito, shit.

frases omitidas:
'sentia ke nunca iba a caer' x 9674
'OHHHH'
'1..2..3.. Bungee....WOW'

LA GRAN PUTA!

correciones: FRICK en lugar de FREAK

otros detalles omitidos:
para ampliar mas la ironia de la busqueda de alcohol, antes de ke me contestaran ke no tenian sitema para la tarjeta dije 'solo falta ke me digan ke no puedo pagar con tarjeta'
blah, creo ke ya, perdi la inspiracion al tener ke escribir todo nuevmanete.
se le kiera prima =*

Andrea Montoya M. dijo...

ahh mira nomas..
no habia leido esto:
'Se ha guardado su comentario y podrá visualizarse una vez que el propietario del blog lo haya aprobado.'
lol
dejame, soy una blog newbie, nunca lo uso.

Aprueba esto, propietario de blog! jajaja

Ricardo dijo...

Hahaah, me matas (TïaAdriannälor). Ah, I also have many thins in my bucket list (green buckets, glowing buckes and gargantuan buckets). M e alegra saber que la pasaste bien