En Cuernavaca, como ya les he contado, no faltan las aventuras. Esta semana no es la excepción.
Muy contenta por haber hecho todos mis deberes con tiempo y responsabilidad, dormí el sueño de los inocentes para encarar el reto de la vida diaria. El lunes parecía der un día más de la nueva vida poco dispersa de Bere, pero Monesvol, como siempre, tenía otros planes para mí.
Muy parea mi fortuna, mis niveles de dispersión se han mantenido increíblemente bajos (al menos si los comparamos con los del semestre pasado). Tras concluir exitosamente un día más de mate con Jimmy y funcional con Christian, comenzamos a mover los engranes para el ingenioso plan ideado por Fanny. Después de comer, charlar y demás, yo dejé a los muchachos para irme a mi feliz clase de tai chi.
CLASE DE TAI CHI
Quizás se pregunten sobre el misterioso universo del Tai Chi cornobovino.
Tomo clase en un simpático y pequeño centro de cosas como yoga, ubicado cerca de Gayosso. Este sitio tiene el muy poco respetable nombre de "Gran Fraternidad Universal". Hay 2 salones grandes en los que no he estado, la oficina, una minúscula alberca donde se practica "natación" y finalmente junto al estacionamiento un salón más pequeño, con una pared-espejo y malas instalaciones eléctricas. Ése es mi salón.
A las 6 de la tarde, con un poco de suerte, ya llegamos los suficientes como para comenzar. No conozco los nombres de la mayoría de mis compañeros, pero sí puedo describirlos.
Hay una amable señora de unos 65+ años, quien le echa muchas ganas a la clase, y se queja constantemente de que pierde el equilibrio. Siempre está de buenas. Otra señora, delgada y simpática, es muy pro para la técnica. No sé cuánto tiempo lleve haciéndolo, pero es muy buena, y tiene un amigo igualmente viejo, tímido y callado, a quien le enseña, dándole tiempo al profesor de ocuparse de otras cosas. Hay una pareja de 30+, amables y felices. Si uno es observador, puede ver ls miradas tiernas mientras practicamos.. y a veces de otros tonos hahaha pero al final es tierno. Son también muy amables. Finalmente, hay otra señora, pero ewlla me cae mal porque no le echa ganas y es mal encarada y piensa que todo lo hace bien, cosa que está alejada de la realidad. Mi profesor es un tanto exigente y tiene algo como Parkinson en las cejas.
Hay más alumnos, pero han faltado mucho y por ende no sé de ellos.
Salgo de la clase a las 7 aproximadamente, contenta y tranquila, liberada de las tensiones.
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Pero volvamos a la historia. Tras el Tai Chi fui a Walmart a realizar mis compras de la semana. De ahí, en pants contra toda probabilidad fui hacia Boblandia. ¿Por qué fui a casa de Bob? Ah, aquí entra el plan de Fanny.
Resulta ser que el sábado fue cumpleaños de Beto, y el lunes, de Bob (quien en general es conocido como Beto también). Así habíamos decidido juntarlos y hacer un pequeño festejo con CAFÉ y pastel, cuidando de no fiestear porque era lunes... pero claro, siempre hay planes del destino para nosotros. Cuando yo llegué a casa de Bob, lo que había en lugar de café eran caguamas.
El plan no era desvelarse e iba a manejar, así que opté por tomarme un vaso de cerveza mientras observaba a Don Willy hacer una simpática caricatura de algunos de los presentes. Charlamos, reímos u entre otras cosas tuve que dar una mini clase de tai chi de broma, pues Oco insistió en que le mostrara a qué me dedico 2 horas por semana hehehe. Comenzó a hacerse de noche, pero el festejo no parecía tener para cuando terminar, hasta que se decidió que el evento continuaría en casa de Soto (quizás recuerden la super fiesta cerdísima que fue justamente ahí). Con toda precaución fuimos hacia dicho páramo, y tras tomar la siempre sabia decisión de no estacionarme fuera todo fue feliz (además de la inseguridad, me preocupaba una ruta estacionada en pendiente, que estaba siendo detenida por una piedra a manera de ayuda del freno de mano).
Ya estando en Sotolandia, la fiesta continuó, mayormente tranquila. Nuestros cumpleañeros se divertían, y Bob mostró su alter ego poderoso al tomar mucho más de lo que normalmente toma, y no tener miedo de la comunidad de gente levemente alcoholizada que celebraba sus hazañas etílicas. Por otro lado, Beto estaba conociendo más a Fanny (y en un sentido extrañamente tradicional, pues todos salimos a espiar a la "parejita" para descubrir que estaban solo chismeando), y yo fui victima de una sesión de preguntas que desencadenaron la tan comentada y legendaria reacción de berenjenasa, que sorprendió a quienes estaban ahí hasta un punto tal que no pudieron mas que tomarme fotografías.
A eso de las 11:30 fue que decidí que era momento de partir, y tras dejar a todos los que cupieron en camacharro en sus respectivos domicilios corrí a mi camita incómoda a dormir.
Al siguiente día tuve oportunidad de recibir varias lecciones de la vida: la primera, que es cierto que la dispersión es inversamente proporcional a la cantidad de horas de sueño al menos en mi caso. La segunda, que Bioinformática es una materia impartida por un mediocrea discípulo de Satán, que cita a Buzz Lightyear y que con todo y su buena intención transforma en aburrimiento todo lo que toca.
Al siguiente día, una vez más Monesvol tenía planes para Ilse y para mí. Mientras practicábamos un saludo teatral, Fanny llegó a contarnos sobre la pijamada que se realizaría esa noche. A mi mente llegaron muchas ideas justo en ese momento, pero si hubo una dominante, debo admitir que fue la alegría de por fin poder usar mi gorrito de Safari. Por fin podría tener una pijamada de verdad, con gente que me cae bien, y cumplir mi sueño de guardar esa noche de secretos femeninos en mi mente a manera de documental. Contrario a mis expectativas, hubo grandes cantidades de alcohol en dicha pijamada. Un par de cervezas, papas con habanero, helado, malvaviscos y un fondo de vodka para "reforzar vínculos sociales" después había aprendido muchas cosas, y adquirí valiosa perspectiva con respecto a mis dilemas existenciales (concluyendo que en realidad por ahora vivo en aquel privilegiado estado de no tener problemas existenciales). Esa noche, entre secretos alcohol y amistad me dormí a eso de las 3:30 am, para despertar unas 3 horas después con la feliz revelación de que no me sentía como bicho a medio ahogar.
El día transcurrió sin pena ni gloria, es más, con algo de extra pena durante la dreadful clase de bioinformática. Empero, era jueves feliz, y por fin tuve la oportunidad de ver a Pepe, a quien no había visto desde como una semana atrás. Así, mientras Huicho comía con Bob, y Beto con Ilse, Pepe y yo nos fugamos hacia galerías Cuernavaca en busca de aventuras, discos compactos y comida. Por razones misteriosas terminamos en un minúsculo restaurante yucateco llamado "la casita maya", que a pesar de estar cerrado fue víctima de nuestra invasión y nuestro lugar de comida. Unos deliciosos papadzules después, y tras en una muestra de inmesurable amor (probar dulce de papaya) hacia Pepe y pasear, nos dirigimos a Walmart y luego a la madriguera. El plan de acción era permitir que nuestro supervillano chef favorito hiciera ligerlasagna... pero no había gas en casa de Ilse por motivos desconocidos. No dispuestos a aceptar semejante destino buscamos algun hogar amigable con horno, y para nuestra suerte resultó que en casa de Mariloli, amiga de Pepe y excelente persona había precisamente eso. En el Pepemovil nos trasladamos y tuvimos una deliciosísima cena en excelente compañía, donde no faltaron las anécdotas fantásticas. Ilse comenzaba a morir, pero el poder de la lasagna y la Coca-cola nos impedían dormir. Yo también estaba cansada y me quedé a dormir esa noche con Ilse, cayendo como piedra sobre su decente colchón, para despertar unas 5 horas después e ir a casa.
But little did I know... habría más aventurza acción y demás. Pepe me informó de última hora que recibiría una grata visita, pero yo tenía otros menesteres, así que huí a la ciudad con la promesa de volver temprano el domingo.
Aquí concluyo esta entrega de la 2a semana... for now.
Las rolas para la ocasión son... del lunes, Dr. Robert-The Beatles(porque Bob es un pan hahahah); del miércoles, Gurls just want to have fun -Cyndi Lauper; del jueves, cualquier rola feliz de Abba (pues estuve escuchando la banda sonora de Mamma Mia! en el Pepemovil)
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2 comentarios:
La canción del jueves, si se me permite decidir, será Honey Honey :)
Nunca creí que usarías Girls (o bueno, Gurls, en este caso) just want to have fun. Haha, ya me las imagino con sus cabellos ochenteros y comiendo malvaviscos.
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