Voy a comenzar esta entrada diciendo que realmente comienzo a creer que Ilse tiene la respuesta para sobrevivir a la clase en la que me encuentro. Aparentemente, no atender la clase hasta que comience la segunda parte evita sufrir de berrinches y aburrimiento.
Por otro lado, resulta ser que estoy en una terminal justo ahora y por ende estoy evitando a toda cosa usar palabras que necesiten acentos.
Pues bien, ahora ya podemos empezar con el relato.
El lunes tuvimos una jornada, en general, tranquila. Hubo frontiers misterioso de filogenias, pero en realidad no tuve sentimiento alguno que me indicase que Monesvol estaba tratando de iluminarme. El lunes fue mi rompimiento con el infame Guten,el motivo de mi corte informativo.
Y el martes es el motivo principal de esta primera entrega de las aventuras de la semana. El martes fue el Happy Happy de agosto... y fue celebrado viendo Napoleon Dynamite. Tras confirmar mis teorías (sí, ya estoy en mi computadora y tengo acceso a los acentos felices) de que la technology song de Kip sería todo un éxito y después de una más que maravillosa siesta, el jitomate feliz, Betoso y yo fuimos a Starbucks. Ah, claro, e Ilse nos dio a pepe y a mí un regalo de esos que sólo ella regalaría: una piña de pino de apariencia fálica (considerando que hace 3 meses nos dedicó una alegre imagen de conejitos fornicantes no es tan sorprendente).
Finalmente, recibí un regalo adorabilísimo de parete de la eternamente sensual Yahaira, la mujer a la que pertenezco y que tan cariñosamente se hizo de tiempo en su siempre ocupada agenda para halagarme con su melodiosa voz.
Para estos entonces, me fui a enterar de que ya existía el plan del Juevebes: misión parrillada.
Liderados por Oco, se realizaría una épica misión en la que se compró comida, se organizaron todos, se envió un correo literalmente masivo (claro, mi generación expresó su nenez acostumbrada y pocos se presentaron)... pero esa, es otra historia.
La canción para esto, pensando en Yahaira actually, es You make me Feel-Aretha Franklin. HEHEHEH.
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1 comentario:
Ah, recuerdo los juevebes. A ver cuándo te regresas para hacer un beviernes
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