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jueves, 18 de febrero de 2010

Fuck you, Seabert

 Muy bien, niños. Siéntense todos, y pongan atención, pues es hora de que les cuente un cuento. Érase una vez...
Rapazuelo, si sigues tirando cosas a la chimenea yo te tiraré a tí.

Veamos, cof cof...


Érase una vez una mundana bacteria que gustaba de la vida sencilla. Tenía en claro cuál era su misión: seek and destroy.    

Parecería que esta bacteria lo tenía todo resuelto, pero la realidad era que tenía el gran defecto de ser vegetariana. Entonces, cada vez que colonizaba un cuerpo para comer su carne, se sentía mal de la mitocondria.

-Pero tío Berly, las bacterias no tienen...

-Mis bacterias sí. 


Un día, nuestro afligido microbio iba paseando por el bosque helado de Siberia (el bosque yel frío la llenaban de paz), y se encontró con una foca bebé. Este encuentro cambiaría la vida de la pequeña bacteria para siempre. La foca tenía la extraña cualidad de ver la microscópica alma que escondía entre el citoplasma de los unicelulares.
Gustavo, nuestra bacteria,  sintió no menos que horror y asco al saber esto, y decidió que debería destruir a todas las focas bebé. Lo lograría apoderándose de la mente de sus hospederos, obligándolos a asesinar a todas las foquitas existentes.

Dado que la foca odiaba a Obama (era racista) y en México hay mucho calor, Gustavo decidió mudarse a Canadá a hacer de las suyas.


FIN


(Por cierto, amo a Seabert)

3 comentarios:

Juan Antonio dijo...

Woooo n_n
Espero que subas de neuvo tus poemas bere, eran super padres

Narvalkiria dijo...

YAY TÍO BERLY YAY

Unknown dijo...

tio berly tio berly me comi una foca!!!