Clan del mal to the rescue!

El capítulo de hoy: la fuga del cerebro.
¿Cómo ocurrió?
Todos pensábamos que el mal de la simplicidad extrema se debía a la falta de alimento tras un par de horas de clase.

Descubrimientos como el curioso efecto de sonido resultante de golpear el codo de alguien (e incluso un minúsculo sketch) habían llevado al Clan a reírse sin control.

Empero, parece ser que el mal se está extendiendo, como un curioso tumorcillo sin control...

Estén atentos, todos. Ahí les van lo síntomas:
1. Pérdida de la capacidad de conjugar verbos decentemente.
2. Necesidad de cantar el Pokérap.
3. Hacer trailers de actividades cotidianas como ver el funcionamiento de una lavadora.
4. Reir sin control por esta estupidez o cualquier otra parecida
5. Disfrutar grandemente de la canción de la Mataviejitas http://www.youtube.com/watch?v=lqm1ojiFXJA

Quién sabe, quizás es solo el reflejo liberador después de unas tranquilas y sanas vacaciones...
y luego solo habrá la habitual desquiciadez.

En todo caso, con un poco ce cursilería, y algo de inspiración de clase de nuestro feliz abuelo Julio, puedo decir que vivo en mi óptimo local yay!