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jueves, 10 de abril de 2008

G' bye

Quizás no he hecho referencia a las misses mas que en una ocasión (y si mal no recuerdo, sólo hablé de miss Clau), pero ahora es buen momento para hablar de ellas.

Las misses son Claudia y Rocío. Ellas son de la primera generación de LCG, así que ellas han visto todo cambiar, hasta ahora.
No hubiera pensado que les tomaría cariño, pues cuando las conocí eran las asesoras de seminario (sí, esa épica clase de los viernes, a la que llegábamos desvelados y demás). En realidad, eran las más estrictas...

Pero con un poco de tiempo, sucedió que ellas se familiarizaron un poco con nosotros (miss Clau nos bautizó Clan del Mal), y todos tomamos la afición de perseguir y dar lata a las chicas, aunque por lo general la menos afectada era miss Chío (ella no gritaba, por lo menos).

Es cierto que no tuvimos muchísimo tiempo para convivir, y ahora que nosotros entrábamos a la licenciatura, ellas estaban con un pie afuera, pero no importa. Las queremos. No participaron en todas las aventuras, pero estuvieron ahí cuando fue el concierto por un punto de Berelanova, escucharon nuestras anédotas, tuvieron paciencia con nuestras impertinencias... y hasta apareció Mucamísima (la supervillana más acomedida del contintente por lo menos).

Ahora, ¿a qué viene todo esto?
Pues resulta ser que ayer nos despedimos de esas chicas tan fantásticas y supergeeks (y ellas sí se merecen el título, pues tienen un record de impecabilidad eterna y admirable o algo así). Tras reunirnos varias veces, y con lágrimas y abrazos, las dejamos partir al DF, pues en poco tiempo ellas estarán en Israel, haciendo una estancia de 3 meses... y de ahí, al doctorado. Entre tazas, condimentos, fotos y triques, se queda el pendiente de una nueva reunión. Sí, este tipo de separaciones no son novedad... yo misma dejé mucho en el DF, de lo bueno, de lo malo...
pero esta ocasión es un tanto diferente (y no me refiero al hecho de que haya un océano y más de distancia entre ellas y nosotros).

Pero en fin, no todo puede ser tan difícil. Otros continentes necesitan supervillanos que valgan la pena, y además, siempre podemos ahorrar pronto y volvernos ricos y excéntricos... así si ellas no vienen, nosotros iremos (ni crean que se salvaron del Clan, ¿eh?).

Suerte en esta nueva serie de aventuras, pequeñas...
cuidaremos que Macondo siga siendo extraño y medio feo, para cuando puedan regresar.

1 comentario:

Pepe dijo...

snif a la enésima potencia...