Me ataca la relatividad... y el vortex de la dispersión

Hace aproximadamente 2 horas, estaba entrando a la regadera, con la flojera del universo contenida en mi berenjenil ser. Esto fue porque Ilse y yo fuimos incapaces de levantarnos con mucha anticipación... y aunque salimos a buena hora, hubo plaga de policías y un Estrella Blanca atravesado que nos hizo llegar 15 minutos tarde a clase de Jimmy (estadística)... de nuevo.

El espacio entre las 7 y las 9 de la mañana voló. Todo el temita sobre los estimadores parace no ser miscible con mi mente a estas horas, pero bueno. Luego, cuando la dispersión comenzó a reptar (hace como 7 minutos), el tiempo se convirtió en melasa, y ahora no puedo creer que realmente aún falten 45 minutos antes de escapar de este sitio de miseria matutina.

Empero, everything's not lost: en lugar de divagar nada más así, como barquito de papel hacia el precipicio de galerías Diana, Monesvol quiso que me acordara de cositas chistosas (también me ayudó el blog de Cloey)

Así que contaré algunas generalidades de mi vida en el Tec.

Cuando entré al Tec, usé mapa para llegar a mi salón los primeros 3 días (ya se que el Tec no es muy grande, pero me conocen... me pierdo en todos lados). No sé cómo, pero me levantaba a las 5 am, para alcanzar el autobús de las 6:15, que llegaba casi a las 7. Tenía clase de 7:30, así que en ese tiempo hacía tarea frenéticamente, o mejor, me encontraba con alguno de los chicos para platicar en Ciberprepa... ese maravilloso y engentado sitio de donde Cloey y sus secuaces fueron exiliados temporalmente por jugar YU-GI-OH. Muchas veces no dedesauyné, y no sé cómo sobrevivía a tantos descansos sin comer, porque ni yo puedo sustentarme sólo con maruchan y canelitas cvuando hay la tentación de tantas otras cosas sabrosas y caras...
Me gustaba la lluvia de broma del Tec. Supongo que era que el aura de maldad corporativa es tan fuerte que hace que la lluvia caiga de "mojabobos".
En los mejores tiempos, compartíamos descanso con los chicos que no estaban en BI, y aunque siempre había tarea que hacer, preferíamos cotorrear (siempre podía darse el milagro de que ELina sólo quisiera "ver" la tarea de reojo Y TU APROVECHARAS TU DESPISTE PARA ENSEÑARLE EL PURO APUNTE y ella se lo creyera XD).
Dormitar irremediablemente en clase de Flandes, dibujar a Warren Dostoievsky en el cuaderno de Afshin, mientras nos reíamos de alguna cosa imaginativa y local, luchar a muerte con piquis contra Richie, "pegarle" a Jos cuando estaba de buenas, Jugar compulsivamente Nukezone con el Pelón, ir a la oficina de Juan para que me molestara, tomar agua para no tener hambre y dormir entre clases era parte básica de la vida diaria.
Defenderme de ser llamada "concubina del Rey Guarro", Luchar en el claustro con reglas de metal a la Kill Bill con Cloey, debatir sobre si la vida es horripilante o no con Jonás y sobre documentales con Cov, comer dulces con Yuko, asustar a Richie usando la palabra CARLOTA, v huír de palomillas gigantes, leer el material de Rocha en clase de Rocha, caminar con Manuel mientras platicábamos de alguna cosa trascendente... esas eran cosas más ocasionales, e igualmente fantásticas.

A veces extraño eso, porque aunque había poca libertad (la primera vez que salimos a Starbucks estaba vuelta un manojo de nervios), siempre había alguna forma de reirnos a lo bobo, desvelarnos a lo menso trabajando (o algo así) y porqué no, hacer alguna obra de arte con la grasficadora...

Ah, dulce juventud XD.

Es más, con el espíritu BI en acción, dejo un link lleno de chistes con la más pura esencia de esa sala de tortura en la que viví tan alegre:

IB HUMOR CHECKLIST

Recordar cómo conocí a los chicos (si lo relatara, sería una historia increíblemente larga)