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viernes, 23 de mayo de 2008

Otra larga entrada llena de drama, acción, y todo lo demás.

¿Qué fue lo que no les he contado?

a) Jueves 9 de mayo
Festejamos a David (sí, el del examen cita con el destino), pues es genial y fue su cumpleaños. Con pastel, tarjeta de osito, y una figura de Grizzly, el Clan y una buena fracción de la 4a generación cantamos las mañanitas. Con fotitos y felicidad, y llenos de magia, festejamos al profesor más adorado por el genómico común.


b) Jueves 15 de mayo
El miércoles fue la fiesta de Willy, que mencioné en la entrada de la rola del mes.... y como el jueves era libre, decidimos salir todos a divertirnos. Así, tras dedicar una buena parte de la mañana a la saludable actividad de flojear, nos fuimos a Chapultepec.

Pero, ¿qué es eso de Chapultepec en Cuernavaca?
¡Ah! Pues les cuento...

Resulta ser que un día Santa Patty le contó a Ilse sobre una serie de mágicos páramos Cornobovinos que podíamos visitar en algún momento libre. Entre ellos, destacó Chapultepec: Un parquecito simpaticón que constaba de toda una serie de mini atracciones (y con mini me refiero no a que sean al estilo flea circus, sino que contra otros parques es pequeño). Guiados por Pepe, nos lanzamos a la aventura (y llevé mi gorrito de safari conmigo ^^), y desde que llegamos a la taquilla nos encontramos con un amigable pato que se volvió nuestro amigo.

En cuanto entramos nos topamos con más patos. Abundan en Chapultepec, paseando alegremente. Casi no había gente, así que el partque era casi casi nuestro.Conforme caminamos, nos encontramos con jaulas para diversos animales: iguanas, loros, gansos, caracaras, coatíes, un huroncito aburrido, un xoloitzcuintle (también solito), pavorreales clásicos y albinos, gallinas de Nueva Guinea, carpas, peces genéricos, tortugas, tucanes, cocodrilos... todo distribuído en sus respectivos sectores.
Es más, nos tomamos una foto con un pitón albino. También había juegos infantiles, y no nos fue posible evadir la necesidad de columpiarse, buscar el equilibrio en el sube y baja, o hasta marearse groseramente dando vueltas en esa cosa parecida al tiovivo cuyo nombre no recuerdo.

Queríamos entrar a la casa del terror para que Huicho gritara... pero no había función hasta mucho después, por lo que seguimos nuestro camino. Pepe Ilse y yo fuimos presas de la ternura cuando llegamos a la granjita del lugar, donde conocimos a la Vaca
Caramelo, una criatura amigable y linda que me permitió aprender que la lengua de las vacas es sumamente rasposa. Pepe se enamoró de una cabra, y mientras el soneteaba al feliz animalito, yo huí a apapachar a un montón de conejitos hermosos que paseaban en un corral. COSOS.

Tras liberar la ternurilasa seguimos, y vimos una suerte de pecera gigante donde no había la gran cosa (algas verdes y peces genéricos), pero donde después Pepe tomaría una foto que me gusta mucho.


Y bueno, de ahí llegamos al final del camino. No entramos a ver el espectáculo de delfines, pues preferimos tener una aventura de "alta mar" en lanchitas de pedaleo. En una, Capt. Pepe y yo; en otra, Capt. Ilse, Beto y Huicho. Todos nos mojamos con agua lacustre verde y algo basurosa, pero el tiempo que pasamos chocando nuestras lanchas y atacando al otro valió oro. Claro, como era de esperarse, la superioridad náutica del equipo Jitomate-Berenjena se hizo notar.

Para estos entonces, ya eran como las 6 de la tarde, y yo ya moría de hambre. Por flojos, quisimos esperar al trenecito que pasa por todo el parque, pero al cabo de media hora haciendo nada comprendimos que éste nunca llegaría... así que caminamos. No había demasiada prisa (al fin y al cabo, el hambre iba a seguir ahí, y valía la pena disfrutar lo que quedaba de la visita). De regreso, Pepe tomó la foto que les digo:
[nótese que es la primera foto que bloggeo]


De regreso volvimos a entreteneros con los coatíes (que fueron objeto de polémica porque yo aseguraba que no tienen que ver con los tejones -cosa que de hecho es cierta hehehe hurra Wikipedia), vimos al pavorreal albino presumir su plumaje, y nos reencontramos con el pato de la entrada. De ahí corrimos a una comida corrida en busca de alimento.

Una vez que llenamos nuestros estomaguitos, decidimos lanzarnos al Ollin Kan, donde se presentó un grupo de Canadá, con música alegre sobremanera. Ahí nos encontramos a Rodrigo, un chico de la quinta que aunque no es clánico me cae bien, y Pepe y yo fuimos testigos de cómo es chistoso el comportamiento de la gente... (gritaban cosas sobre el amor y la paz, pero cuando la banda se tardó en responder al "otra, otra", y estaban chiflando y gritando lo que la turba suele gritar). El clan se adelantó a la madriguera, y Pepe usó sus stalker abilities para ayudar a Rodrigo a conseguir autógrafos.

Una vez en la madriguera, vimos Reservoir Dogs. Pura felicidad... y claro, pura desvelada... se suponía que leeríamos nuestros papers de Soberón, pero nuestra esca voluntad y la ayuda del Dr. Pepebacterium nos llevaron a la conclusión de que no iríamos a la escuela el viernes.

c) Documental: Día de pinta de un genómico.
Se estudiaron diversos especímenes del Clan del Mal, un grupo ampliamente estudiado en la población genómica. En lo que al ciclo circadiano se refiere, podemos concluír que los genómicos son principalmente de hábitos nocturnos, aunque son capaces de realizar actividad durante el día. Potty fue el espécimen que dspertó más pronto, abandonando la seguridad de la madriguera principal para visitar su habitáculo personal. Los demás despertaron hacia el mediodía, siendo Hawaii el último, entrando a la cámara principal hacia las 12:30 del día. Un desayuno rico en gramíneas y azúcar apenas proveyó los nutrimentos básicos del grupo de estudio. Debido a su edad, Hawaii mostró la actitud clásica del Genómico maduro: tras un rato de despavilación, procedió a leer atentamente todo tipo de papers. Los más jóvenes (Dark, Curly y Red) dedicaron varias horas a ver caricaturas. Hacia las 2 de la tarde, la comunidad se reintegró en el ritual de "social reinforcement" conocido como Mario Kart 64. Además, renuentes a abandonar la seguridad del hogar, pidieron paniroles a domicilio. Tras haber comido y jugado, la dispersión se apoderó aún más de los jóvenes, escapando solo Hawaii de la necesidad de procrastinar incesantemente. Tras asear la madriguera, Dark siguió el usual instinto nómada del Genómico, trasladándose a la madriguera de sus padres.

Debido a la característica adicción al café del Genómico desarrollado, el Clan se fue al campo de cafeína conocido como Starbucks, donde tras breves momentos de productividad, los jóvenes retomaron la muy natural actitud de jugar, descuidando la necesidad de ahorrar energía para la cercana temporada de falta de diversión. por a noche el clan se dispersó, regresando cada cual a su habitáculo personal.

1 comentario:

Pepe dijo...

wow, my hun has learned how to upload her first pic! how cute!

kisses and hugs!