Anoche tuve un sueño particularmente vívido. En dicho sueño aparecieron muchas personas con las que nunca entablé amistad, aunque con varias de ellas sí hubiera querido hacerlo.
Tan vívido fue mi sueño, que cuando empecé a acercarme a estar despierta, en sueños me enfadé, y me reclamé a mí misma el no poder aferrarme a la ensoñación. Conforme me alejaba del mundo en el que tan cómoda estaba, apreté mis ojos, y en ese esfuerzo caí en cuenta de que la cálida sensación que me abrigaba había cedido ante la noción de que estaba recostada con mis brazos rodeándome. Me estaba abrazando a mí misma.
(Ian Love-Hear a song)
lunes, 21 de julio de 2008
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1 comentario:
Conozco la sensación.
Aunque ten cuidado,a veces no despiertas abrazándote a ti mismo, sino a otra persona.
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