Hoy, tras disfrutar de largos días ociosos, tenía una pequeña misión. Primero que nada, tuve que arreglármelas para despertar temprano. Cabe mencionar que a lo largo de el mes pasado he tenido insomnio. Todos estos días he dormido no antes de la media noche, y despertado entre las 9 y las 10 de lunes a viernes.

Ayer no fue la excepción. A esas de las 12:30 decidí que dormiría... sin éxito. Desfallecí en algún momento posterior al cuarto para la una... Hasta que el "graznido de Satán" (así llamo a mi despertador) me despertó. Eran las 7 de la mañana. Con tristeza, comprobé que ese poder de levantarme fresca y animosa se desvanece con el tiempo... y discutí conmigo misma sobre si sería posible que esto fuera producto de mi imaginación, y realmente aún no era tiempo de despertar (a ustedes puede parecerles ridículo, pero en mi caso eso sí sucede, pues en múltiples ocasiones he soñado con el despertador, y me he arreglado sin caer en cuenta que son las 3 am hasta que es muy tarde). Ví pasar los minutos, y con aún más tristeza supe que dedía levantarme si quería llegar al rancho. Gracias a que aquí hay una par de estaciones de radio decentes, y con los poderes de un buen regaderazo, al poco tiempo estuve bien despierta y lista para desayunar. Luego le di su desayuno a Shiro, y mamá me llevó a la Central, donde tomaría un Pullman para ir a Cuernalandia.

Me senté junto a un hombre inusualmente amable (cosa que me alegró), y como mi mamá me rogó que no llevara a easter platypus, vi el paisaje por lo que me pareció un largo trayecto. Una vez en el rancho (donde hacía calor maligno) me encaminé hacia genómicas.

Una vez ahí, tras aprender un par de misterios genómicos, me topé con que por motivos varios no iba a poder inscribirme. Había daod la vuelta... para nada. Bien, ni modo. Disfrutaría mi breve viaje por el rancho, aunque éste se burlara de mi intento de hacer las cosas con tiempo. Fui a mi casa (todo esto con ayuda del poder de las místicas rutas) y vi lo que esperaba... este fin de semana voy a tener que barrer y todas esas cosas aburridísimas. Ocupé mórbidas cantidades de insecticida para mater lo que no ví, y salí, no sin algo de temor, en busca de una ruta 1.

El temor era, si se lo preguntaban, porque con toda franqueza, no estaba segura de conocer el camino a los Pullman del centro, a pesar de haber ido un millar de veces con Ilse. Me armé de valor, y cuando por fin una ruta se dignó a pasar, me encaramé al asiento, buscando mi referencia: un Winnie the Pooh mal pintado.Cuando lo viera, sabría que ahí tenía que bajar.

Antes de eso, claro, había otro par de referencias... un castillito, la calle llena de compradores de joyería... y ya. Claro, con tan pocas referencias, en un momento me norteé de la forma más pésima. El instinto me decía que los pullman estaban después de los paniroles, pero ya sabemos que cuando de ubicación se trata, no puedo confiar. Desesperada, una (también muy amable) señora me traznquilizó diciendo que todavía faltaba, hasta que efectivamente encontré el tan buscado Pooh. Al poco tiempo ya estaba en el autobús. Dormité.

Llegué con auténtico sopor a casa, y casi me quedé dormida viendo el que parece ser el final de Rome.

Cuernalandia no deja de ser Macondística. Desde el característico olor de toronjas enlamadas, los Pooh mal pintados, los señores en auto que te ven extraño, hasta los infortunios de plan de estudios, veo misticidad misteriosa en todos lados. Quién sabe qué deparará el semestre que viene... espero que cosas buenas y felices.

PD

La rola del mes se queda en Lloyd I'm ready to be heartbroken. La oí como tres millones de veces.


PD 2

La rola para esto está pendiente, no sé como se llama.... pero suena como mi despertador mezclado con metal hahahaha