Aventuras de la semana pasada pt. 2 aka parrillada

Y entonces llegó el jueves. La carne marinada esperaba pacientemente en una cubeta que supongo estaba en la madriguera. El señor feliz cuidaba celosamente el Tonaya, las bocinas viajeras de Uriel veían con ansias el momento de ser apañadas por el iPod de Manzano (que en paz descanse el iPod, por cierto), y la toalla hundida en la alberca veía desde el fondo el cielo nublado que vaticinaba hacinamiento bajo la palapa.

Y nosotros... tomábamos clase.
El clan, particularmente, estaba tomando clase de Satán. Como era costumbre, yo estaba sufriendo mientras la profesora se comía las "s" al hablar, y veía con poco más que desprecio su terrible spelling. Terminando la clase, el plan era huir a la velocidad rel rayo a la madriguera.. pero claro, la clase de Satán no se llama así por nada. Sostuve una lucha a muerte con Mysql. Ya iban a dar las 2:30, y yo no terminaba la eternamente damnada práctica. Fanny, Oco y muchos más chicos de la 4a esperaban mi aparición, pues necesitaban mis camacharropoderes para conseguir un par de cosas más (tortillas y una mesa). Tan desesperados estaban, que enviaron a Yoshi a ayudarme. Lo que tenía mal era una coma. UNA COMA. SATÁN.

En cuanto estuve libre, huí con los chicos, y tras hacer la escala en casa de Oco y en 2 tortillerías (una de las cuales seguro hace cada tortilla con harto amor y cuidado, en vista de lo que tardaron), llegamos... y ya había gente esperándonos.

El primer reto fue uno que ha llevado al hombre a donde se encuentra ahora. Sí, hacer fuego. El carbón de nuestra parrillada tenía volundad propia, y se negaba a arder para hacer felices a los rugientes estómagos de los genómicos. Se usaron revistas de baja calidad, papeles varios.. y nada. Francamente no ví cómo se venció al rebelde carbón, parcialmente porque para entonces Pepe había aparecido en escena y yo estaba ocupada estoleando y demás.

Oco entonces tomó control de la comida, y comenzó a salir carne y longaniza... crudos. No importó. La gente se hacinaba buscando carne que mascar y quecas que devorar. En la trifulca, llegamos a robar algo de comida, y claro, para entonces ya nos habíamos colado en busca de uno de los sustentos del Dr. Pepebacterium... Coca-Cola. Comimos hasta que no quisimos más proteínas sin desnaturalizar, y nos dedicamos a reclutar valientes dispuestos a unirse a la nueva misión de fiesta de disfraces. Mientras esto sucedía, llovió, se fue la lluvia, y el hada del alcohol repartió bebidas a los felices niños que nos observaban. Tristemente, el llamado del internet obligó a Pepe a huir... y no ver lo que sucedió después.

Varios chicos iban preparados para tener su encuentro con la alberca (algunos iban sólo psicológicamente preparados hahahah), de manera tal que al rato Aviel, Mariana, Héctor y más personalidades de la 6a ya estaban chapoteando. Manzano, por su parte, nos presentó a sus boxers.

Otras personas menos afortunadas fueron seleccionadas para el ritual de "alberca con ropa". Fanny, Ilse, Pepe-Taka 2 (luego me acordaré como se llama, lo siento)... ellos fueron entregados al dios de la parrillada. Huicho estuvo un rato a cargo de la parrilla, cuando el frenesí alimenticio había pasado. Entre tanto, yo me escondí con Beto y comí cebollitas de cambray (única forma de verme morder una cebolla). Al rato, Huicho decidió descansar, y yo hice algo que causó sorpresa por lo menos a Jazmín... por razones misteriosas, hice un "fondo" de lechera. Fue toda una aventura, pues tras casi quedarme dormida (digestión), entré en un estado de alegría hiperactiva que no dudo haya resultado entretenido y chistoso.

Un niño pequeño, dese la comodidad de su casa, nos veía desnudo por la ventana.

Conforme el sol fue bajando por el horizonte, Ilse se fue a jugar frisbee, Huicho huyó, Beto y yo nos quedamos platicando con Fanny, Rodrigo y demás. La fiesta se iba a extender, y como invitado iba a estar Lennon, pero yo ya no iba a ser partícipe de eso. Poco antes de irme, tuve la simpática y más que muy feliz revelación de que efectivamente había lectores de mi blog en la 6a. Aviel no sabía que yo soy Berenjena, pero HAHAHA ¿qué importa? es fantástico saber que hay quien disfruta mis inmensas narraciones hiper retrasadas ^^.

El relato de lo que sucedió después le corresponde a mi guest... o quizás no. No sé qué pasó después. LOS INSTO A CONTARME!!